25 de febrero de 2011

Podría ser tan fácil

8 horas. Como alguien que ha perdido un zapato y sabe que aún le queda un largo camino que andar. Pensando en orillas en blanco y negro, donde las olas se empeñan en ir a morir.
Ocho horas de anuncios aburridos esperando que empiece ya esa película que tanto te apetece ver.
En ese preludio infinito que tienes prisa por que acabe.

No me dejes con las ganas esta vez. 

Ya casi no me quedan palomitas y sé que aún me queda un rato de espera.

Mírame de cerca esta vez. Entiende mis miradas camufladas en un mar de otros muchos ojos.

Encárgate, una vez más, del color en esta foto en blanco y negro. Elige cada matiz, cada brillo y cada textura. Haz un cuadro de todo esto que me haces sentir, envuélvelo en una vieja sábana blanca y tíralo al río.  Conoce el camino, sabrá llegar a esa playa sin color donde mueren todas las olas tristes del mundo.
Allí le estaré esperando, como a ti… por si algún día decides no dejarme con las ganas.

¿Qué decir que no hayan dicho todos?

Si aún no te he dicho adiós y ya te estoy echando de menos…


Si pudiera transformar nuestras noches
en un ciclo sin final.

Podría ser tan fácil, sería espectacular,
si fueran reversibles aquellas noches de incendio


Love of lesbian - Noches reversibles

1 comentario:

Xaquelina dijo...

No sé atreve por alguna extraña razón, siempre se queda en el casi, ¡lánzate no te dejaré caer!