9 de mayo de 2010

Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo


Gran libro. Una historia sencilla enmarcada en un entorno tremendamente complicado y fantasioso. Sin demasiadas complicaciones, el autor te transporta durante sólo unas horas de vida del personaje principal, por una apasionante historia en la que no faltan los consejos.
Todos necesitamos oír consejos de vez en cuando. Leer libros como éste, puede ser de ayuda.

El hecho de pensar que al final hay cosas que estan escritas y sucederán independientemente de las decisiones que tomemos, me hace sentir bien. Como si toda la responsabilidad de mi vida no cayera 100% sobre mí, ya que hay sucesos o momentos que por más que quiera, nunca podré evitar que ocurran. Se trata, una vez más, de eludir responsabilidades...eso que en general, se nos da tan bien hacer a los seres humanos. No queremos sentir que todo acaba dependiendo de nosotros; es normal, es demasiada presión para una vida; es más cómodo culpar a otros, a las circunstancias o al tiempo...

También me quedo una vez más con la idea de los "otros significativos" que reitera el autor a lo largo de su obra. Es así, quizá nunca sabremos por qué de pronto nos sentímos unídos a desconocidos que aparentemente no significan nada en nuestra vida, pero intuímos que algo nos une a ellos de forma casi inconsciente. Quizá sólo se trate de pequeñas obsesiones que alimentamos en nuestra cabeza, o tal vez puede que sean retazos de otra vida en la que realmente esa persona desconocida ahora, fué importante. Sea como sea, exísten una serie de energias que a veces se disparan y nos hacen conectar con esos "otros" y entonces esperamos una señal, buscamos una prueba que nos confirme que eso no exíste sólo para nosotros. Suspiramos por una palabra, un paso de ese alguien en nuestra dirección, por un motivo que nos úna de nuevo, una segunda coincidencia en el camino, una casualidad dejada nuevamente en manos del azar.... o movemos ficha y esperamos a que el otro nos devuelva la pelota a nuestro terreno. ¿Y qué es eso sino el amor? O la amistad, entendida como una conexión momentánea con alguien que no conocemos pero con quién resultamos tener miles de cosas en común. ¿Y no es eso la esencia de vivir? El hecho de conocer a nuevos seres humanos mágicos e indiscriptibles...