9 de abril de 2008

ÚLTIMOS PENSAMIENTOS

Nada se oye a mí alrededor, es como si el mundo bajo mis pies hubiera dejado de existir. El silencio se hace aún más profundo. La nada se vuelve más concisa y abruma todos mis pensamientos. Mis ideas se van disipando una a una, y poco a poco mi mente se queda en blanco. Siento ese último momento de tranquilidad, del que sabe que ha encontrado la paz más profunda que haya podido existir, justo cuando precisamente él deja de hacerlo. Irónicamente, me descubro entendiendo que ya nada importa, y por sorpresa vuelven a mi mente, destellos de una vida que un día fue la mía; las risas, los llantos, mis seres queridos, mis logros, mis derrotas, mis miedos, mis deseos, mis esperanzas y mis anhelos. Todos tan míos y a la vez tan impuestos por los demás. Pero ahora ya no importan, todos se han ido. Siento un último ápice de dolor punzante en mi estomago, pero ya nada importa, ya ni me duele. Ahora entiendo de pronto, que todo lo que viví e incluso aquello que sólo llegué a imaginar, se viene conmigo en este viaje sin retorno. Mi último sentimiento es la pena, por todo lo que dejo aquí, por aquellas cosas que quise hacer y pospuse indefinidamente; no siento miedo ni arrepentimiento; me siento en paz conmigo misma y con el mundo…ese mundo, ahora entiendo, no ha dejado de existir bajo mis pies; sólo he sido yo la que ha dejado de existir sobre él.

2 comentarios:

Toni dijo...

hay sitios que aún siendo nuestros siguen desiertos, regiones desoladas que al igual que pensamientos se pierden en la sinrazón de ser, pero siempre queda el resquicio por donde hacer pasar la realidad imaginada que nos lleve al lugar que buscamos.

Xaquelina dijo...

Supongo que la sensación será parecida. Aunque, en mi opinión, será un viaje a otro lugar en el que pasaremos la eternidad cumpliendo el fin por el cuál hemos tenido una existencia en la tierra, el motivo por lo que hemos pasado por la escuela de la vida.