28 de julio de 2010

Antídoto infalible



Acordarme de ti es sin duda mi antídoto infalible para caer en un estado latente de desidia y malestar.
Mirare el lado positivo de todo esto. Sé como deprimirme, sólo tengo que acordarme de ti.
Siempre me he jactado de no arrepentirme de nada en esta vida. A sabiendas de que por mucho que te arrepientas de una decisión tomada, ya no se puede volver atrás, es un razonamiento muy obvio el mío. Es el único razonamiento plausible a decir verdad.

Hoy me arrepiento de haberte dejado entrar en mi vida un día cualquiera.
Me arrepiento soberanamente de los años que viví enamorada de ti, o más bien de mi idea de ti.
Y me arrepiento de los dos años que compartimos.
Sé que no sirve de absolutamente nada que me arrepienta, pero me arrepiento TANTO.

No hablo desde el odio por que sé que nunca seré capaz de sentirlo por ti. Son la decepción y el desengaño los que hablan hoy por mí. Intento entenderte, pero ahora más que nunca, veo los universos que hace tanto ya nos separaban.
Cuando te portas bien con alguien, esperas crédulamente que sea algo recíproco, pero por desgracia no siempre es así.

Como diría Kundera, en este ni siquiera boceto que es mi vida hoy, percibo mi error más humano que nunca. Nadie me dejó intuir siquiera las consecuencias de mis decisiones. Nada ni nadie me puede aliviar del ajeno peso que supone la levedad del ser humano. Por eso todo arrepentimiento, fruto de una decisión no acertada, será en vano. De ahí mi confusión de hoy. Me arrepiento de haber perdido mi tiempo con una persona non grata como tú, pero sé que mi arrepentimiento se reduce al absurdo. Al absurdo de la mano de la levedad de nuestras vidas.

1 comentario:

Xaquelina dijo...

Comparto un sentimiento parecido, al igual que el mismo tiempo, aunque todavía sigo contando meses; ¿hasta cuando no me daré cuenta de qué eso no me llevará a ningún lugar?