31 de marzo de 2011

El grito (Munch)

Me siento así a veces.

Queriendo gritar sin saber por qué.

Viendo que mi mundo se vuelve una espiral eterna y que me pierdo en ella.
Querría bajarme un rato de mi vida y sin embargo sé que no es posible.
Sintiendo vacíos que no sé cómo llenar.
Querría gritar pero sigo enmudeciéndome.

Los demás me parecen tan tranquilos, tan lejanos.
Pienso que nada va conmigo, que me he equivocado de película.
Sabiendo que tengo miedo y que debo seguir sin mostrarlo, ajena a mis pesadillas.
Querría gritar pero sigo ahogándome en silencios.

Al borde de un precipicio sin atreverme a saltar por miedo a no llegar al otro lado.
Disfrazando mi cobardía en el orgullo para ver como al final siempre gana la primera.
Soñando sin ganas y por despecho, sueños que ya no siento que me pertenezcan.
Querría gritar pero sigo sin saber qué decir.

Dejando escapar trenes que puede que no vuelvan a pasar.
Esperando en el andén otros que quizá nunca llegarán.
Subida en un tren de alta velocidad en el que apenas puedo disfrutar del paisaje.
Querría gritar pero sigo sin saber cómo hacer que todo deje de girar.

Cansada de buscar razones que me lleven a entenderme.
Hastiada de fracasar en encontrarte.
Aburrida de ser a veces tan irremediablemente inmadura.
Querría gritarte pero puede que no quieras oír lo que tengo que decirte.

2 comentarios:

Xaquelina dijo...

Y el simple hecho de intentar el grito a sabiendas que no calmará ni saciará nuestro extraño estado de ánimo...el simple hecho de pensar que no servirá de nada...es suficiente para que sigamos ahogándonos en silencio. Un beso.

Anónimo dijo...

al leer este articulo parecia por momentos que me estabas escribiendo.
No soy nadie para decir esto porque casi todo lo que as escrito lo comarto contigo, pero no deberiamos depender de nada ni nadie para ser felices... ¿no crees?... (que facil es decirlo y que dificil ponerlo en practica)
Animo!