La sociedad nos incita a desear más y más cosas cada día, por eso nunca estamos totalmente satisfechos con nuestra vida y nos lo cuestionamos todo, preguntándonos a diario si realmente somos felices con lo que hacemos o deberíamos plantearnos nuevos retos, alternativas distintas que quizá nos hicieran más felices. Una vez alcanzamos un objetivo determinado, empezamos a plantearnos uno nuevo, sin apenas saborear el dulce sabor de boca que nos dejó asumir el anterior. Siempre queremos más. Algunos quieren un coche mejor o una casa más grande, yo normalmente voy más allá... quiero cosas que me ilusionen: un proyecto profesional nuevo, una relación que me llene, amigos con los que pueda contar. Una vez más, insisto en poner mi felicidad en manos de otras personas, insisto en hallar otros significativos que me solucionen los problemas, cuando sé que mi problema de insatisfacción con la vida, radica única y exclusivamente en mí.
Hoy es San Valetín, un día más para recibir y ofrecer bienes materiales a los otros, con la excusa del amor que nos une...
1 comentario:
Hola!
La verdad es que comparto en gran medida lo que dices. El día de San Valentín es pura excusa comercial! Y la gente es una inconformista! Respecto a lo segundo, te diré que prefiero mil veces rodearme de gente con tu visión. No dejes nunca de apreciar las cosas que realmente nos hacen felices, por muy insignificativas que parezcan, no dejes de cuidar un amigo, porque es un tesoro pero nunca dejes de querer ser alguien más fuerte. Y los cambios, sabes? cambiar es crecer.
Respecto a lo primero, aunque esté de acuerdo, esta noche me ha pasado algo que sin querer se ha convertido en mi mejor regalo de San Valentín. He compartido unas patatas bravas con una de las personas más importantes de mi vida. La verdad es que la admiro mucho, es inteligente, perseveraz, ambiciosa, muy humana, es preciosa, es ÚNICA! Un gesto tan sencillo como darme la mano me ha hecho revivir muchas cosas, me dijo unas palabras que me hicieron dar cuenta de que mi corazón todavía es de carne y que en mis lagrimales todavía quedan lágrimas. Me demostró que vale la pena luchar por algo a lo que amas. Quizá me esté dando cuenta de que todavía sigo enamorado de ella, quizá lo sé pero he pasado dos años intentando quitarme esa idea de la cabeza. Sea lo que sea, no hay día que pase sin que piense en ella, y estando a su lado tengo claro que es mi chica…
Podría estar toda la noche describiéndola, el color de su piel, su mirada, su cuerpo… mejor no hablar… lo mejor de todo es que podría enamorarse cualquiera de ella sólo escuchándola o leyéndola.
Sabes Cris? no siempre estamos obligados a comprar un regalo, y no siempre le tienes que dedicar el día solo a tu novio, a veces unas bravas con una persona importante para ti, hace que sea el mejor día en muchos días.
Te tengo que dar un consejo; a veces las cenizas se quedan encendidas por algún motivo, las llamas siempre salen, cuando tienen que salir. No dejes nunca que ningún temor te haga perder ninguna oportunidad.
Me encanta tu blog, por cierto, eres muy guapa!
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