21 de junio de 2011


Podría seguir mintiendo.
Mintiéndose. Mintiéndole. Mintiéndote.
Pero sabe que es absurdo cerrar los ojos ante algo tan jodidamente evidente.

Podría seguir repitiéndose idiotizadamente que quiere algo pero que no sabe qué. Como un mantra salvavidas al que aferrarse para que no la arrastre la puta corriente. Pero sabe perfectamente que solo quiere verte de nuevo.

Siempre. Sin sentido.
Las dos palabras que lo definen todo y ella lo sabe.
Igual que sabe que sus ojos solo bailan a los tuyos.
Que sus manos solo se moldean por tus recovecos.
Y que sus susurros siempre habitan cerca de tus oídos.

9 de junio de 2011

Ojos que mueven tu vida...

Miles de miradas vacías a diario, miradas que miras y nunca ves. Que no te importan, que sólo despiertan en ti indiferencia. Indiferencia generalizada hacia la especie humana.

Y otros ojos que mueven tu vida, que te miran sin querer y quisieras que siempre te miraran. Ojos con nombre y apellidos a pesar de no necesitar presentación. Que querrías guardarte como el que se guarda un amuleto para siempre en el bolsillo de una cazadora que sabe que siempre tendrá. Ojos que te desestabilizan, que te hacen cambiar cualquier orden lógico de prioridades en tu vida. Ojos que mandan todo lo demás a un discreto segundo plano, mientras yacen ahí, mirándote más allá de ese momento. Mirándote por una rendija abierta al mundo irreal de tus sueños. Y permanecen en ti, por que aunque los niegues sabes que siempre estarán ahí, en ese bolsillo perdido… esperando volver a ser esa mirada real creada solo para mirarte.